sábado, 13 de marzo de 2010

Protocolo de Copenhague

Protocolo de Copenhague
Expertos del cambio climático de las principales Organizaciones No Gubernamentales del mundo presentaron el “Tratado Climático de Copenhague”. El documento es una referencia para que los gobiernos negocien un nuevo acuerdo que de continuidad al poco respetado Protocolo de Kyoto. El documento describe el camino por el que el mundo deberá transitar con el fin de evitar el cambio climático catastrófico, sustentado en la evidencia que señala que el aumento de la temperatura mundial debe mantenerse muy por debajo de 2 grados centígrados. Asimismo, se establece un límite a las emisiones mundiales, un presupuesto de carbono y explica en detalle cómo los países industrializados y en desarrollo pueden contribuir a la seguridad del planeta y su población, de acuerdo a sus posibilidades y responsabilidades. Según las previsiones de los científicos de la ONU (IPCC), los países desarrollados deberían adoptar compromisos verificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25 y un 40% en 2020 con respecto a los niveles de 1990. Los países en desarrollo deberían continuar incrementando sus emisiones, pero entre un 15 y 30% menos de lo que lo harían si no tomaran ninguna medida, en el mismo horizonte temporal. Todo ello para evitar que la temperatura media del planeta no crezca en más de dos grados centígrados a finales del siglo XXI, una cifra que, en todo caso, no aparece plasmada en ningún acuerdo de la COP. El Tratado aboga por un acuerdo jurídicamente vinculante que consta de tres partes; el Protocolo de Kyoto actualizado para reforzar los compromisos de los países industrializados; un nuevo Protocolo de Copenhague que comprendería obligaciones para Estados Unidos además de opciones para impulsar las economías bajas en carbono en los países en desarrollo, con el apoyo de los países industrializados mundo; y, un conjunto de decisiones que sientan las bases para los próximos tres años. El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro, denso y poco reactivo. Forma parte de la composición de la tropósfera (capa de la atmósfera más próxima a la Tierra) actualmente en una proporción de 350 ppm. (partes por millón). Su ciclo en la naturaleza está vinculado al del oxígeno. El balance del dióxido de carbono es sumamente complejo por las interacciones que existen entre la reserva atmosférica de este gas, las plantas que lo consumen en el proceso de fotosíntesis y el transferido desde la tropósfera a los océano.